¿Sería la sociedad más igualitaria con un cambio en el contenido comunicativo? ¿Importa el género del editor de una noticia? ¿Qué importa más: ser guapa o la profesionalidad? ¿Por qué no se producen cambios igualitarios?
Al igual que otros sectores, la comunicación sufre una desigualdad mega injusta entre hombres y mujeres. Desvalorización del papel femenino, subestimación de profesionalidad, precariedad, uso de la mujer para embellecer la televisión… y otros muchos más hechos son costosos de aceptar, pero hay que hacerlo para avanzar y concienciar a todo individuo del necesario cambio.
La profesión periodística es una de las más bellas del mundo y , asimismo, de las más necesarias.Los periodistas muestran la más rabiosa actualidad, la realidad y el trasfondo de los hechos. Sin él, no sabríamos con “aproximada certeza” -marginando en este conjunto las fake news, el periodismo ciudadano y otros handicaps que pudren a la profesión- lo que ocurre día tras día y la forma en la que ocurre. El periodismo se encarga de establecer una agenda mediática y, de forma inconsciente, cala en la población tanto la información como la notoriedad del tema, los enfoques de la noticia, los protagonistas, los actores secundarios… Aspectos que resultan poco relevantes, pero que con un mínimo miramiento se descubre que son imprescindibles para detectar uno de los grandes problemas de la profesión: la desigualdad entre mujeres y hombres.
Aunque aparentemente no importe, el género del editor, redactor y director del medio afectan tanto a las periodistas como a los ciudadanos.
Las mujeres periodistas, generalmente, no ocupan puestos de responsabilidad editorial o de dirección. En consecuencia, los contenidos acaban teniendo "muchas veces una visión de la realidad ''parcial y sesgada”, con la mujer como personaje secundario (RTVE, 2018).
Pero no hace falta subir al escalón jerárquico más alto. En numerosas ocasiones se ignora el conocimiento de las mujeres. No se cuenta con ellas para realizar la agenda de los medios, solo el 9% de los expertos consultados por los periodistas para hacer sus piezas son mujeres. Bernal-Triviño, periodista, asegura que es necesario la actualización de la agenda y romper el círculo de llamar siempre a varones. (RTVE, 2018) Pues con una visión femenina el tratamiento noticiario cambiaría.
Las mujeres no toman las decisiones, no deciden qué es noticia y qué se queda para contar y, en consecuencia, el tratamiento informativo se convierte en un enemigo del feminismo (principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre), para aquellos equivocados que consideran que es el antónimo de “machismo”.
La información que percibimos, hablando desde una generalización precipitada, viene escogida y editada desde el punto de vista masculino y, debido a ello, se pierde tanto la relevancia como la esencia de muchos temas.
Entre otros factores, nos encontramos con los protagonistas de las noticias. Las mujeres representan una minoría en el protagonismo de las noticias a excepción de las que tratan la violencia de género. En estas las mujeres son protagonistas en el 51% del total (Who make the news, 2015). Menuda vergüenza. Noticias en las que se reconoce a la mujer como protagonista, noticias en las que sufren, son maltratadas o incluso asesinadas.
Triviño, censura que los asesinatos y las violaciones se aborden sin tener en cuenta el "contexto de la estructura patriarcal" de la sociedad (RTVE, 2018). Se habla del tema como si estuviesemos hablando de un asesinato cualquiera, pero NO. Esto es consecuencia de la estructura patriarcal necesaria de abolir.
Muchos expertos coinciden en que, un motor que podría funcionar para impulsar este cambio, podría ser la adición de una formación de género en los medios.
Según Juana Gallego, directora del Observatorio para la Igualdad de la Autónoma de Barcelona, “el periodismo con perspectiva de género es dar significación y darle sentido a la desigualdad", “explicar cuál es la realidad en función de si se es hombre o mujer en todos y cada uno de los ámbitos” (RTVE, 2018)
Este método ya se ha empleado en otros medios internacionales, como The New York Times.
y consiste, por ejemplo, en incluir guías de estilo con lenguaje no sexista o en el abandono por parte de los medios de una perspectiva androcéntrica para informar sobre la ciudadanía de una forma plural. (RTVE, 2018)
Un plan viable, pero tristemente inaccesible -por el momento-.
Todo lo comentado evidencia la falta de confianza del intelectual femenino y la escasa valoración del trabajo de las mujeres. Al parecer las mujeres deben cumplir otro papel en el periodismo, no deben destacar por su intelectual, más bien por su forma física.
Siguiendo esta “estupenda condición periodística”, deseo haber nacido “guapa según los parámetros estereotipados”, para así encontrar antes un trabajo por mi cara mona que por mi cualidad genuina de investigadora y curiosa de lo que me encanta, el periodismo.
Es impensable que una mujer fea, con una talla “de más” o con más de cincuenta años aparezca ante las cámaras, “¡se trataría de un delito contra la humanidad!”
La coordinadora del Proyecto de Monitoreo Global de Medios en España, Núria Simelio, destaca que "lo más preocupante es el tema de las expertas" y cómo las mujeres desaparecen como presentadoras en la televisión después de cierta edad (Who make the news, 2015).
A día de hoy podemos ejemplificar con muchos casos. Algunas de las mujeres más destacadas en el panorama periodístico nacional son Mónica Carrillo con 44 años, Isabel Jiménez con 38 y Sandra Golpe con 47. En cambio los hombres son de avanzada edad: Pedro Piqueras de 65 años, Vicente Vallés de 57 y Matías Prats con 71. Todos ellos son mayores que ellas y tienen, o probablemente tendrán, una buenísima reputación periodística que difícilmente puedan llegar a conseguir las mujeres a no ser que sea por su belleza en los telediarios.
Suena chistoso, pero hay una muy grande contradicción en todo esto. “Son más las mujeres las estudiantes de grados de ciencias sociales en el territorio español” (Izquierdo y Latorre, 2020) obtienen mejores calificaciones, la mitad de periodistas en una redacción son de sexo femenino y cada vez cubren noticias más “masculinas”. ¿Y la contradicción?: la jefatura femenina en los medios de comunicación es escasa, roza la nulidad (Criado, Calero, 2012).
Poco a poco se están produciendo cambios, pero hasta que la jefatura femenina no se asiente en condiciones de igualdad, el contenido seguirá siendo propicio a la sociedad patriarcal.
Los hombres acaparan el 76% de los puestos de dirección mientras que las mujeres, sólo el 24% . Un porcentaje muy bajo que resulta difícil de aumentar. A la desigualdad se le suma la situación de crisis en los medios de comunicación de España. Según un informe de la FAPE en los primeros meses de 2011 había un 65,1% de mujeres periodistas en paro, frente a un 34,9% de hombres (Criado Calero, 2012). Estupendo este progreso retrocedido.
Más que triste es indignante tener que hacer una reflexión crítica sobre esta situación. Como mujer, me enfado, al rato me entristezco, pero a los segundos me dan ganas de luchar más que nunca por el cambio. Confío plenamente en las nuevas generaciones venideras. Generaciones del cambio, de la igualdad y de la mejora. Confío en los periodistas, pero sobre todo en todos nosotros. En especial, en mis compañeros de carrera. Pongo la mano en el fuego y me arriesgo convencida de que han realizado una crítica favorable hacia la mujer. Pero de nada sirve una crítica sin movimiento. Quiero verles crecer como periodistas, pero sobre todo como personas profesionales capaces de proponer cambios en sus puestos de trabajo. Quiero verles querer presentar el telediario con una mujer de 70 años con arrugas, admirar el trabajo de dirección de su jefa y propiciar un cambio de perspectiva de género en la redacción.
Lucho por el cambio mientras aprecio las desigualdades indignantes. Aún así estoy super agradecida por haber nacido, afortunadamente, mujer.
BIBLIOGRAFÍA
CRIADO-CALERO Elena. (2012). “Mujeres sin poder en los medios de comunicación”, Trabajo final de Máster de Igualdad en el Ámbito Público y privado, 2012. Universitat Jaume I de Castellón. Disponible en: http://repositori.uji.es/xmlui/bitstream/handle/10234/117582/TFM_2012_criadoE.pdf?sequence=1. (Consultado el 8 de enero de 2021).
IZQUIERDO-CASTILLO, J y LATORRE-LÁZARO, M. (2020). La Presencia y liderazgo de la mujer profesional en la estructura laboral del sistema comunicativo. Ponencia presentada en la Universitat Jaume I de Castellón, 27 de noviembre.
RTVE. (2018). “El sesgo de género en los medios o cómo se enfoca solo una "cara de la moneda ``''. 7 de marzo de 2018. Disponible en: https://www.rtve.es/noticias/20180307/sesgo-genero-medios-como-se-enfoca-solo-cara-moneda/1690280.shtml. (Consultado el 8 de enero de 2021).
Who make the news (2015). “Proyecto de Monitoreo Global de Medios: Informe Nacional 2015. 2015. Disponible en: https://whomakesthenews.org/wp-content/uploads/who-makes-the-news/Imported/reports_2015/national/Spain.pdf. (Consultado el 8 de enero de 2021).
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